Pues es evidente, para unos más que para otros, que desde que tomé la fatídica idea de dejar de fumar aumenté considerablemente de peso, aunado a esto la reducción de actividad física y la desaceleración de mi bioritmo pues si le metimos kilos, entonces muchos pueden pensar que ahora si, "no me levantan ni con grua" y pues para desmentir a todos aquellos que quisieron sobrevalorar mi peso pongo la siguiente serie de imágenes para defensa de mi situación física.
Esta pequeña avetura comenzó por que uno de los acces point de uno de mis clientes tuvo una falla y había que remplazarlo, entonces, después de configurar el remplazo, uno de los empleados de la empresa subió a cambiarlo, pero, al conctar todo y querer hacer la conexión resultó que no respondía el AP por lo tanto y para no hacerles el cuento largo tuve que subir a revisar cual era el problema, he aquí lo sucedido en imágenes.
Esta pequeña avetura comenzó por que uno de los acces point de uno de mis clientes tuvo una falla y había que remplazarlo, entonces, después de configurar el remplazo, uno de los empleados de la empresa subió a cambiarlo, pero, al conctar todo y querer hacer la conexión resultó que no respondía el AP por lo tanto y para no hacerles el cuento largo tuve que subir a revisar cual era el problema, he aquí lo sucedido en imágenes.
La antena vista desde el suelo, no parece tan alta, fácil es más con una mano y sin amarres, subo le arreglo su problemita y me bajo, listo
Bueno siempre no está tan bajita mejor con grua así que hay vamos subiendo, al principio pensé que hiba a ser algo así como un elevador con algún estilo particular pero no contaba con los movimientos rotatorios y de péndulo que tiene esta forma de ascender.
Ya en las alturas como que ver hacia abajo no fue una de mis mejores ideas, nótese el detalle de las personas abajo.
Bueno que tal, en seguida, la susodicha antena y una foto del valiente operador de la grua que se mantuvo al pié del cañon mientras se arriesgaba a una volcadura por la cantidad impresionante de peso que la máquina levantaba.
Por último el "Maistro Moy" que nunca dejó de darme palabras de aliento en este duro trance y al cual le debo el echo de que en realidad no me subí una, sino dos veces, la verdad la segunda vez no fué tan traumática, incluso la disfruté mucho al grado que pude tomar unas fotos del bello paisaje que se mostraba desde ahí y que aquí les comparto.
